“Catastrófico, caótico e ilegal” son parte de las expresiones que se oyen por estos días en la capital santandereana, y no es para menos, cuando en las calles se encuentra enfrentado dos temas tan imprescindibles para la ciudadanía como son la movilidad y el trabajo. Para la administración municipal, los esfuerzos en materia de movilidad iniciarían con la adopción del Plan Maestro de Movilidad Urbana de la Ciudad de Bucaramanga 2010- 2030, principal acción en esta materia, en este documento se consigna la revisión, análisis y proyecciones de los retos que debe afrontar la ciudad para lograr “consolidar un sistema de transporte eficiente, democrático, equitativo y amigable".
Frente a este reto, el
alcalde de Bucaramanga, Luis Francisco Bohórquez Pedraza, presento
una iniciativa con la cual pretenden, entre otras cosas, reducir los
índices de accidentalidad y garantizarla seguridad de todos los
bumangueses. Al respecto ha expresado: “estamos preocupados por
las cifras en donde un muy buen número de homicidios en accidente de
tránsito, el 52% exactamente, son precisamente causado con
participación con motocicletas, un 57 % de accidentes de tránsito
son generados por motocicletas. Eso hace que estemos, los alcaldes,
tomando decisiones para proteger la vida y la integridad personal de
los ciudadanos de Bucaramanga y el Área Metropolitana.
La propuesta plantea
censar a los usuarios de vehículos motorizados y obligar a la
autorización del transporte de parrilleros y la adopción de un chip
de identificación, al respecto el director de tránsito de
Bucaramanga, Rafael Horacio Núñez Latorre, expreso que: “En
dos o tres meses serian censadas las motocicletas de la ciudad de
Bucaramanga, según la nueva medida la cual aplicara a los
acompañantes de usuarios de motocicletas, solo serán autorizados
los parrilleros que se hayan sometido al censo y, en el cual, hallan
censado su núcleo familiar”. La propuesta restringe de permiso
a mujeres embarazadas y menores de 10 años. El censo será realizado
por operadores privados y el costo de esta medida (tanto del censo
como de la implementación del chip de identificación) estará en
cabeza de los propietarios de motocicletas; en tanto, la alcaldía no
costeara este proceso”.
Frente a esta medida,
los usuarios de vehículos motorizados han salido a las calles de la
capital santandereana al considerarla inaceptable, en especial, por
la propuesta de censar y obligarles la compra de un chip de
identificación para ser autorizados los parrilleros. Esta medida
aunque se dice no cobija sino el mototaxismo, el censo deberá ser
aplicado al conjunto de vehículos que transitan en la ciudad, sean
ellos parte de esta dinámica o para uso personal.
Las diferentes medidas
que pretender atender el creciente mototaxismo han sido infructuosas,
ellas mismas no han sido del agrado del sector en especial por la
falta de vinculación laboral de la que son objeto y las exigencias
económicas que les son solicitadas. En el 2010 y 2012 se han
movilizado, tanto usuarios como mototaxistas.
Rafael Horacio Núñez
Latorre, director de Transito del Área Metropolitana de Bucaramanga
ha expresado que esta medida solo pretende cumplir la ley y atender
las demandas del gremio de taxistas quienes consideran estar
afectados por el crecimiento del mototaxismo, al respecto expreso:
“Efectivamente es hacer cumplir las normas establecidas en el
código nacional de tránsito pero como el digo, aquí se está
creando porque también en este momento, para información de ustedes
ha salido una acción popular emitida por un juzgado administrativo
de Bucaramanga, donde se le dice que se tiene que tomar acciones en
contra del mototaxismo. Por eso se ha hablado de un censo para
establecer cuánto son los motociclistas, cuál es su familiar el
núcleo familiar, para que utilizan este vehículo de motociclistas”.
Inquietante resulta la
iniciativa ya que los argumentos presentados no con claros, incluso y
según los datos del Ministerio de Trasporte donde se afirma que el
número de vehículos matriculados en el área metropolitana es de
135.206 motocicletas en el 2010. Para la autoridad el censo es
obsoleto en tanto, la matrícula de vehículos permite conocer el
número de motocicletas, dato que puede ser corroborado con los
permisos de transito expedidos por este departamento.
La medida, que según
la prensa regional a apenas está en estudio, avanzara rápidamente
toda vez que pesa la acción popular presentada por el gremio de
taxistas, en cabeza de Camelo Guerrero Hernández. Según el director
de tránsito “esta es una norma que acaba de salir, salió la
semana pasada pero que lógicamente será parte de los considerandos
de la norma que va a ser ya del orden metropolitano porque los
alcaldes están de acuerdo, y además es el cumplimiento de una
acción popular”.
Para la ciudadanía
las consecuencias de esta medida no solo pesan en la misma
restricción que se plantea, sino que además, radica en la falta de
resultado y compromiso en hacer efectiva acciones que atiendan no
solo la movilidad sino los altos niveles de informalidad en que se
encuentra la ciudad y que llevan el aumento del mototaxismo. Según
el Dane, en el área metropolitana de Bucaramanga durante el
trimestre enero – marzo del 2012 la informal fue de 56.6%, para el
mismo periodo de 2013 aumento a 57.9%, de las trece áreas
metropolitanas del país, está es la sexta ciudad con mayor
informalidad; de llevarse a cabo la medida y los mototaxistas como
usuarios de motocicletas verse afectados, el problema que las
autoridades deberán enfrentar será muchos más complejo. Para el
Comité de Ensambladores de Motos Japonesas los compradores que
adquieren su motocicleta como una fuente de ingreso representan el 29
% (153.788) de los nuevos usuarios, frente a un 58% que usan su
vehículo para transporte (2011). El uso de este vehículo representa
un ahorro mensual que asciende a los 125.188 pesos.
La soltura en que
vienen caminando las administraciones para realizar proyectos de
cualquier índole en cabeza de operadores privados, no solo va en
aumento, la pregunta que muchos se hacen es si esta será una nueva
ola de corrupción que veremos destaparse. Y sobre todo, cuestiona
los hilos ocultos detrás de las presiones hacia la administración
lo cuales no solo viene del parte del gremio de taxistas sino además
de las aseguradoras que ven en esta medida una mina de oro, ya que el
censo permite restringir y delimitar a las personas que serán objeto
de seguro de accidentes.
El control que debe
hacer efectivo la autoridad de transito no es nada menos que el
cumplimiento de las normas, el mototaxismo es conocido aunque para
algunos este servicio es molesto para otros es necesario. La
pregunta central es si esta medida resolverá la movilidad de la
ciudad y atenderá las necesidades que tienen las poblaciones
aledañas a la meseta de Bucaramanga. Si lo que se pretende es
controlar la utilización de motocicletas y sus similares para el
transporte de personas, cabe preguntarse por la mensajería
(utilizada por los restaurantes, empresas, etc.) y demás actividades
que se realizan con este vehículo. Lo real y central es que las
autoridades, cumplan su papel, hagan efectivo el principio consignado
en el plan de movilidad y actúen de forma tal, que el conjunto de
los habitantes del área metropolitana de Bucaramanga, puedan gozar
de un servicio de transporte “eficiente, democrático, equitativo y
amigable” al tiempo que se atienda la falta de condiciones
laborales que tienen sumido a la ciudad en la informalidad.